Ayer mismo escribí mi post sobre la rectificación del juez Richard Goldstone (“Goldstone en los mundos de Yupi”). Lo cierto es que no tenía pensado volver a escribir sobre el tema ni hacerlo tan pronto pero, tras haber seguido parte de la cobertura mediática que se ha hecho del tema en España, creo interesante escribir unas líneas más al respecto.
El hecho noticiable del caso Goldstone indudablemente es que el juez ha dado marcha atrás en lo relativo a las acusaciones contra Israel y, al hacerlo, el informe y, por lo tanto, sus acusaciones, quedan sin valor ninguno. Sin embargo, ésa no ha sido la noticia para algunos medios de comunicación, que han elegido como noticiable la previsible reacción de los palestinos y de otros representantes árabes ante el radical cambio de valoración de Goldstone (por ejemplo Europa Press y ABC).
Significativo es el caso de Público, precisamente porque parece mostrar cómo es la propia dinámica de su redacción, perfecto ejemplo del juego de suma cero.
La primera cuestión a considerar es la decisión de publicar o no la noticia. Confieso que me sorprendió que Público decidiera hacerlo y también me sorprendió que eligieran un título tan pertinente: “Israel pide a la ONU que anule el informe Goldstone”.
Sin embargo, queridos amigos, no nos emocionemos demasiado pronto porque Público, a pesar de todo, no ha cambiado. Acabo de mencionar un par de aspectos positivos que sólo amortiguan un poco los aspectos “no tan positivos” de su cobertura…
Ya que me he referido al título, quiero continuar en este punto con el subtítulo del mismo artículo: “Su autor se retracta y ahora dice que no hubo crímenes de guerra en Gaza”. Lo que tengo que decir al respecto es que lo que dice el subtítulo no es cierto. Lo que Goldstone dice exactamente en su artículo del Washington Post es que Israel no cometió crímenes de guerra en Gaza, pero la retractación de Goldstone no se refiere a los crímenes de guerra que cometieron los terroristas de Hamás, que aparecen tanto en el informe como en el propio artículo de Goldstone. Crímenes de guerra de Hamás que, por lo que parece, para Público merecen el perdón, y los perdonan, y merecen el olvido, puesto que olvidan mencionarlos.
En la versión impresa de Público además destacan una frase en concreto, la misma mentira de siempre: “en Gaza han muerto 1.400 palestinos, la mayoría de los cuales eran civiles”. No les importa que incluso los propios terroristas de Hamás admitan que la mayoría no eran civiles porque Público sigue sin replantearse su discurso ni deja de repetir su mantra.
Ahora bien, no termina ni mucho menos aquí el tema, y las cosas no hacen sino empeorar. Público vuelve a “las acusaciones de siempre” y se refiere al lobby judío mundial como el responsable de ejercer la presión que ha llevado al juez Goldstone a cambiar de opinión, al tiempo que destaca claramente (por si a alguien se le había olvidado) que el propio Goldstone es judío.
Para terminar, y para terminar empeorándolo todo aún más, Público elige, para ilustrar la noticia sobre el juez Goldstone, una fotografía de algunos palestinos que enseñan lo que parecen ser unos niños fallecidos, una elección que pretende únicamente aclarar a sus lectores que la realidad y sus hechos no han cambiado en absoluto la “única verdad”, que por supuesto es la que posee la redacción de Público.
Lior Haiat
Portavoz de la Embajada de Israel