Que no nos arrojen a sus amigos cuando ya no los necesitan.
Llevo ya bastantes años siendo Portavoz. Me han hecho cientos de entrevistas en cuatro idiomas, en medios de comunicación internacionales y nacionales, locales, temáticos e incluso de colegios, en medios televisivos, digitales, escritos, radiofónicos y nunca me han encontrado con la guardia baja. Las entrevistas pueden ser amables o agresivas, sobre el conflicto o sobre turismo, pueden ser largas o cortas pero, no suelen ser muy sorprendentes. No estoy criticando a mis amigos y colegas periodistas, lo que sucede es que la experiencia hace que quede ya poco margen para la sorpresa, sin embargo, esta semana sí lo han logrado…
Acabo de llegar de Palma, donde viajé para dar una conferencia en el Club Diario de Mallorca. Además, este diario me hizo una entrevista, que fue bastante tranquila hasta el momento en que surgió una cuestión muy extraña. Me preguntaron: ¿Israel no ha podido salvar a su aliado Gadafi? Inmediatamente corregí al periodista para decirle que Gadafi no fue en ningún momento un aliado de Israel (pensando yo que el periodista había confundido a Gadafi con Mubarak) pero, aparentemente no se trataba de una confusión. Basándose en informaciones vagas que circulan en algunos sitios muy marginales, aunque tendenciosos y de dudosa fiabilidad, uno podría llegar a pensar que esta mentira es una realidad.
Y tras el momentáneo shock provocado al escuchar una información tan surrealista, inmediatamente até cabos. En los últimos tiempos, tras la caída de algunos dictadores árabes y de las represalias de otros sobre sus propios pueblos, de repente ciertos sectores, en ocasiones no tan marginales, intentan crear la fantasía de que los peores enemigos de Israel, como Bashar al Asad y Muamar Gadafi, de repente son y han sido los mejores amigos de Israel, “olvidando” dos cosas muy importantes. En primer lugar, que estos dictadores financiaron, apoyaron e incluso armaron a las organizaciones terroristas que a diario atacan a Israel, y que han liderado también campañas anti-israelíes en organizaciones internacionales tales como el Consejo de Derechos Humanos de la ONU. Y en segundo lugar que, de hecho, esos dictadores sí tenían otros muchos aliados, como por ejemplo los demás dictadores árabes y musulmanes, algunos líderes europeos y occidentales y de otros lugares del mundo.
Otro ejemplo curioso tuvo lugar en abril de 2010. Una delegación de diputados árabe-israelíes realizó una visita a Muamar Gadafi. Algunos de ellos se que sacaron una foto abrazando al difunto líder libio sonriendo a la cámara. Lo interesante del caso es que estos diputados regresaron a Israel muy satisfechos por la visita “histórica” (tal como la calificaron ellos) y dijeron que Gadafi había criticado duramente a los países árabes que tienen relaciones con Israel y al propio Abu Mazen por negociar asimismo con mi país, además de añadir que no iba a reconocer a un futuro estado palestino si éste se circunscribía a las fronteras del 67.
Y ahora ellos intentan haceros creer que Gadafi fue aliado de Israel.
Que no nos arrojen a sus amigos cuando ya no los necesitan.
Lior Haiat
Portavoz de la Embajada de Israel