La vida de un
diplomático por definición está llena de idas y venidas, de encuentros y despedidas.
Esa es la esencia de nuestro camino escogido. Cada año, especialmente en
verano, una parte de los compañeros con los que has trabajado y compartido tus
momentos de ocio cambian de destino o bien regresan a nuestro país y, cada
ciertos años, te toca también a ti.
Ahora es mi
turno y, tras cuatro años como Portavoz de la Embajada de Israel en Madrid,
tengo que hacer las maletas, empaquetar todo en cajas y emprender el viaje de
regreso a casa. Sin embargo, a parte de esas maletas y de esas cajas (que
contienen algunos trajes y corbatas que probablemente no utilizaré en Israel) me
llevo de España lo más importante: mis experiencias y mis amistades.
Uno podría pensar
que, al dejar un país, inevitablemente las relaciones personales que has
cultivado durante estos años se rompen pero, no es así. Tus contactos te
acompañan por la vida y en un mundo como el nuestro, que es cada vez más un
pañuelo, siempre aparecerá un amigo en algún momento, tal vez el menos esperado,
pero sí el más adecuado.
He tenido la
suerte de vivir unos años increíbles en las relaciones entre España e Israel
que, sin duda, los historiadores calificarán como “los años del cambio”. He
conocido a miles de amigos españoles de Israel, que han demostrado su amistad y
su compromiso, tanto en los momentos duros como en los momentos de alegría. Os
agradezco desde aquí muchísimo por todo vuestro apoyo.
Israel se ha convertido
en un destino deseado por empresas, políticos, emprendedores, etc. La cantidad
de delegaciones y visitas profesionales que hemos acompañado durante estos últimos
meses a Israel es increíble y, sin ninguna duda, auguran un futuro prometedor
para los intercambios comerciales entre nuestros dos países.
El intercambio
cultural hispano-israelí vive un constante crecimiento con numerosas
actividades y proyectos que ponen de manifiesto la profundidad de las
relaciones de nuestras sociedades y la cercanía cultural entre nuestros
pueblos.
Durante estos
cuatro años he tenido la oportunidad de dar más de 100 conferencias en más de
40 universidades españolas, lo cual me ha permitido conocer de primera mano a
las futuras generaciones de la sociedad española, los emprendedores, los
intelectuales, y he sido testigo del creciente interés por conocer la realidad
israelí, la cultura israelí y las ofertas que tiene Israel para los jóvenes
españoles.
Me marcho
también con la satisfacción de dejar aquí a varias decenas de miles de personas
formando parte del proyecto de El Puente entre España e Israel del que
precisamente nació este newsletter con el que me despido sonriente hoy.
Tal como dijo
Itzak Navon, 5º Presidente del Estado de Israel, en su discurso con motivo del
25º Aniversario del Establecimiento de las Relaciones Diplomáticas entre
nuestros países, el encuentro entre el pueblo judío y el español se puede
comparar con el re-encuentro de unos viejos parientes que no se vieron tras un
muy largo tiempo. Así lo siento yo precisamente tras pasar cuatro años en
familia en España.
Queridos
amigos, ¡Hasta pronto! – Lehitraot!
Lior Haiat
Portavoz de la Embajada de Israel en España